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historia
Descripción Histórica de Güinope
Güinope un pintoresco municipio del departamento de El paraíso ubicado a unos 50km de la capital de Honduras. Esta atractiva meseta rodeada por montañas, y del ramal importante de la sierra de Lepaterique, se encuentra a unos 1300msnm.
Poblado colonial el cual según los relatos históricos, fundado en el año de 1700 y como todo asentamiento de carácter colonial encontramos que este sitio está ubicado estratégicamente para aprovechar los recursos naturales de la zona, y cubrir las necesidades requeridas en aquel tiempo.
La tradición nos refuta que su gente data del año de 1747 cuando el señor Esteban Rodríguez, originario de Maraita y procedente de la aldea de Manzaragua, llegó en busca de ganado que se le había extraviado y él, al observar lo fértil de las tierras y la belleza natural, decidió asentarse ahí, construyendo a sí mismo una casa de rajas y techo de teja convirtiéndola en su nueva residencia, frente a esta se cuenta que mando a construir una pequeña ermita. Solicitó a España la imagen de San Isidro Labrador, para convertirlo en patrono de la comunidad.
En 1801 este ahora municipio, apareció registrado como Caridad de Güinope el cual era una reducción de San Antonio de Oriente. El 16 de mayo de 1821 se le concedió el titulo de municipio. En el año de 1833 los registros indican que las personas comenzaban a poblar Güinope, que en su mayoría eran personas oriundas de Yuscarán, San Juancito, Danlí, Maraita entre otras.
Como es característico en nuestro país los nombres de las comunidades provienen de los dialectos indígenas y de evocaciones de sus fundadores. El nombre Güinope significa “El agua de las Palomas” que proviene según se sabe de dialectos mexicanos.
A finales del siglo XIX el padre Francisco Antonio Márquez introdujo el cultivo de la naranja a esta zona. Este cítrico tomo partido en la década de los 70`s del pasado siglo, ya que en ese tiempo la plaga de “mosca” casi acaba con las plantaciones de naranja de Güinope. Esta “Desgracia” se convirtió en una bendición para los pobladores de la zona, puesto que marcó el nacimiento de un comercializado producto: el vino de naranja.
Al ver que la fruta se perdía, Doña Carmen Rivera de Izaguirre, dueña de un naranjal, recibió una receta de su hermana Julia, para darles mejor utilidad a las pocas frutas que quedaban. “No sé como ella aprendió a hacer el vino pero me dijo que sacara el jugo de las naranjas y que lo echara en barriles de roble” Doña Carmen Rivera.
Desde entonces la producción de vino ha incrementado en la zona, con las fábricas de vinos llamadas Flor de María y la Finca La Trilla, estos se han venido especializando en dicha elaboración, tanto artesanal como comercial.
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